Eso de ver todas las mañanas los amaneceres con el Cayambe de fondo es algo mágico. Entender claramente los equinoccios y solsticios es muy fácil cuando la casa esta alineada al este, se vive en la mitad del mundo y de fondo se tiene un nevado de 5700 metros.
A más del majestuoso paisaje del Cayambe, sus amaneceres y sus atardeceres, se tiene un reservorio de aproximadamente de una hectárea. Este espacio se ha hecho un punto de paso obligatorio para los patos migrantes que llegan en bandadas de varias decenas en la época de los solsticios. A partir de agosto llega la Garza que se queda hasta enero, en ocasiones es visitado(a) por su compañero(a). El año pasado antes de irse también nos visitaba una garza bebe. No sabemos cuál es el macho, la hembra y si son parejas. Lo que sí están ahí para acompañarnos y cada vez tienen menos miedo a los humanos. En raras ocasiones también hemos tenido la visita de una gaviota andina. Sigue leyendo Huayrayacu