En la guerra de los formatos ODF y OOXML mucho se ha dicho sobre la ventaja de tener 2 estándares y como supuestamente con 2 estándares el usuario tiene la opción de elegir cuál es el estándar que más le conviene. La pregunta que todos deberíamos hacernos es que es más importante para los usuarios: ¿Poder elegir el formato para guardar los archivos o poder elegir la aplicación de ofimática en la que genera sus documentos de texto, presentaciones y hojas de cálculo?
Tradicionalmente los formatos de documentos generados con aplicaciones de ofimática son dependientes de la aplicación que generó el documento. En general los documentos escritos con MS Word, solo se ven bien con MS Word. Existen aplicaciones de software libre, como OpenOffice.org, que hacen un gran trabajo al abrir los documentos pero no es perfecto porque solo MS conoce al 100% como generar sus documentos.
Es por esto que en el año 2002 en OASIS, organismo de estandarización, los miembros de la industria se unieron para crear un estándar. Es decir las empresas que desarrollan aplicaciones de ofimática decidieron ponerse de acuerdo en la forma de guardar los documentos. De esta manera no importa con aplicación se cree un documento, este se lo podrá abrir desde cualquier otra aplicación que soporte el estándar. Es importante notar que Microsoft era miembro de este comité y decidió salir del mismo porque en ese entonces no le importaba mucho los estándares abiertos.
En el 2006 el estándar ODF es reconocido como estándar ISO después de 4 años de trabajo entre empresas de software y comunidades de software libre.
Sigue leyendo OOXML: ¿Quién es el Beneficiario?