Nos encontrábamos en Twitter debatiendo sobre software libre, privacidad y soberanía tecnológica dentro del #juevesdetertulia con Fander Falconí. Paradójicamente fui bloqueado por Twitter por escribir demasiado.
Esto es un claro ejemplo de los riesgos que se tiene con la dependencia tecnológica. Una corporación de EEUU me ha prohibido participar en un debate por Internet con gente de Ecuador y América Latina. Debemos buscar generar estos espacios de debate con redes sociales descentralizadas.
Hasta mientras a ser observador pasivo del debate.